Página 46 - Economía Cafetera No. 30

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Ante el escenario de altos inventarios y pre-
cios internacionales a la baja, en 1991 se
marca un cambio en la política relacionada
con el consumo interno. Para esa fecha se
trazó como meta alcanzar un nivel de consu-
mo de tres kilogramos per cápita y cambiar
las estrategias de fomento de consumo. Para
ello, se esgrimieron dos estrategias comple-
mentarias: i) adelantar una campaña de pro-
moción interna para estimular el consumo de
café con la introducción de nuevos productos
y modalidades de consumo; y ii) la disminu-
ción del precio de la materia prima para que
su evolución estuviera acorde con la inflación
y los precios de los sustitutos (FNC, 1991).
Por otra parte, las recomendaciones de la
Comisión Mixta para el Café, convocada en
1993 por el Gobierno Nacional para anali-
zar el estado de la economía cafetera y po-
nerla en perspectiva frente a los desarrollos
del mercado internacional incluyeron ampliar
la libertad del mercado interno para incre-
mentar la demanda y mantener las activida-
des de divulgación en los restaurantes y entre
los consumidores de las mejores técnicas de
preparación de la bebida (Clavijo, Jaramillo,
& Leibovich, 1994). Igualmente emprender
una campaña de información para desvirtuar
los efectos nocivos del café en la salud. Para
lo cual, atendiendo a esta recomendacion,
la FNC continuó y profundizó el programa
“Círculo de la Taza de Oro” que había ini-
ciado actividades en 1985 y a partir de 1995
desarrolló la campaña “El Café y tu Salud“,
enfocada en divulgar los beneficios del café
para la salud.
Posteriormente, como respuesta a fenómenos
naturales en Brasil que impactaron el balance
mundial cafetero y a su vez el precio interno,
se estableció un programa de estabilización
de precios. Las heladas del Brasil en el 94 im-
pactaron el precio de referencia que se elevó
de manera acelerada (1,97 veces entre enero
y septiembre). Tres años después, la sequía
de Brasil y la reducción de inventarios nue-
vamente produjo un impacto y el precio de
referencia se duplicó entre junio del 96 y el
mismo mes del año 97. Como respuesta a
esta alza, en 1997 se estableció un programa
de estabilización de los precios del café para
consumo interno que fijó el precio de venta
de la materia prima en relación al comporta-
miento de los precios de los bienes sustitutos.
Si bien esta medida tuvo impacto positivo en
el consumo que se refleja en el año 98, a su
vez tuvo un alto costo para las finanzas del
Fondo Nacional del Café (Morales & Pizano,
2007).
Al cierre de la década, la liquidación de la
mayor parte de los inventarios (que pasan de
9,2 millones de sacos en 1991 a 2,3 millones
en 1999), y el fin del programa del Círculo de
la Taza de Oro por razones presupuestales,
marcan el inicio de una nueva desacelera-
ción en el consumo interno.
La incorporación del precio internacional
al precio de referencia y una nueva diná-
mica de consumo
Entre 1999 y 2009 se desacelera aún más el
consumo interno. A comienzos del siglo XXI se
consolida la política de liberalización y el pre-
cio internacional se incorpora a la fórmula del
precio de referencia que empieza a fluctuar
por primera vez al ritmo del balance cafetero
mundial que se estrechaba motivado por la