Página 133 - Econoìmica Cafetera No. 29

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y la recuperación de recursos por parte de los
intermediarios financieros. Adicionalmente,
BANCOMEXT tomó el papel de impulsor del
sector, tanto en la parte crediticia como en la
modernización de las técnicas de producción
y los sistemas de información así como en la
promoción de las exportaciones
5
.
En el periodo de transición, los recursos que
BANRURAL ofreció al sector cafetalero dismi-
nuyeron de manera importante, ya que trasla-
dó esta responsabilidad gradualmente al pro-
grama de Solidaridad. Esto habla del carácter
marginal que se identificó con los productores
cafetaleros y de las condiciones en las cuales
se presentaron a la liberalización del sector.
A partir de 1993, el INMECAFE desapareció y
cedió su lugar al Consejo Mexicano del Café,
el cual se concentró en las actividades de ase-
soría, promoción interna y externa, represen-
tación internacional y coordinación de esfuer-
zos de los participantes del mercado, además
de ser el instrumento para la canalización de
programas específicos gubernamentales.
El Consejo Mexicano del Café y el Programa
Café: 1995-2000
En 1995 se anunció el Programa Café 1995-
2000 cuyo objetivo se estableció como “lograr
el mejoramiento del nivel de vida y bienestar
de las comunidades cafetaleras, donde radica
y trabaja el productor mexicano de café” (SA-
GAR, 1995, p. 3). Sus objetivos específicos
fueron el incremento de la productividad; la
consolidación de la actividad cafetalera como
exportadora consistente, sostenible y protec-
tora del ecosistema; lograr mejores niveles de
bienestar de la población que trabaja en este
sector y, además, fortalecer los esquemas de
financiamiento, promover la sustitución y di-
versificación de cultivos en áreas no propias
para esta actividad; la modernización de los
procesos de beneficiado húmedo y la armo-
nización en una política integral a todos los
participantes en la cadena.
Las acciones tendientes a lograr estos objeti-
vos se instrumentaron por medio del Consejo
Mexicano del Café, quien fue el vehículo para
canalizar las acciones del Gobierno Federal
en apoyo al fomento y consolidación de la
actividad cafetalera en su conjunto, mientras
que a nivel local la tarea fue para los Conse-
jos Estatales (12 en total) y Regionales (56 en
total). Estos se orientaron por ocho acciones
programáticas (SAGAR, 1995) que en reali-
dad se pueden reducir a seis:
p
Fortalecer al Fondo de Garantía Cafetale-
ra (FOGACAFE). Este Fondo se instrumen-
tó para canalizar recursos hacia los pro-
ductores cafetaleros, conformado como
un fondo de garantías de crédito, con la
finalidad de acceder a nuevas tecnologías,
a mejores insumos y, sobre todo, a trans-
formar el sector hacia su mejora en cali-
dad y rendimiento.
p
Mejorar y renovar los cafetales. Este tuvo
como meta la sustitución de plantaciones
5
Se mencionó en este momento la creación de la Bolsa Agropecuaria y la puesta en marcha de un Sistema de Información de Mercados
y Precios.