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El Centro Nacional de Investigaciones de Café, Cenicafé desarrolló 7 prácticas durante el proceso de beneficio que le ayudarán a tener un grano de mejor calidad.
Práctica 1: Asegure la calidad de la recolección del café.
Una recolección de buena calidad se caracteriza por tener más del 85% de frutos maduros y menos del 2.5% de frutos verdes.
Práctica 2: Procese cada tanda de café de manera independiente.
Para esto, debe tener al menos dos tanques de fermentación para no mezclar café secado en diferentes tiempos. Tenga en cuenta que también debe beneficiar las tandas de café de buena calidad separado del café de inferior calidad, conocido como pasillas.
Práctica 3: retire frutos y granos de inferior calidad.
Para esta clasificación de frutos puede aprovechar las diferencias de densidad. Sabrá que tiene que sacar los frutos secos, brocados y vanos porque como son menos densos que el agua, quedarán flotando.
Práctica 4: limpie y calibre los equipos para el beneficio del café.
Realizando esta práctica se disminuyen los defectos como granos trillados y mordidos, se mejora en la calidad del despulpado. Los procesos son más eficientes y se evita la contaminación cruzada.
Práctica 5: monitoree la fermentación con Fermaestro.
De esta manera puede identificar correctamente el punto del lavado del café, a través de los cambios de volumen de su masa durante la etapa de fermentación. Así evita granos, vinagres o defecto fermento.
Práctica 6: retire el mucílago realizando un buen lavado.
Si deja el mucílago parcial o completamente adherido al grano para continuar con el secado, tiene un 50% de probabilidades de que su café resulte con defectos.
Práctica 7: obtenga y mantenga el café pergamino seco con una humedad entre el 10% y el 12%.
Con esta práctica obtiene café estable hasta que llega a la taza. Consiste en realizar el secado adecuadamente hasta el rango de humedad comercial, evitando defectos como granos sobresecos o flojos.