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Crónica cafetera por tres países centroamericanos

La roya del café es la enfermedad en el mundo que más daños causa en los cafetales con variedades susceptibles. Debido a los fuertes ataques de la roya en Centroamérica a partir  de 2012 por efectos del cambio climático, hoy esta región está seriamente afectada por la enfermedad, pues de 1.826.000 hectáreas que se cultivan en café, cerca de 800.000 requieren un manejo oportuno y eficiente.

El café se cultiva en Centroamérica en 8 países: México, Honduras, Guatemala, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Cerca de 900.000 productores se dedican al cultivo de café, y las autoridades e instituciones cafeteras están hoy implementando diferentes estrategias para su manejo.

Una misión de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) conformada por  Jaime Cárdenas, coordinador de Sanidad Vegetal, y Carlos Armando Uribe, gerente técnico de la Federación,  visitó zonas cafeteras de México, Guatemala y Honduras para conocer el comportamiento epidemiológico actual de la roya del café e intercambiar experiencias con dirigentes, técnicos e investigadores sobre el cultivo y la  enfermedad, además de conocer las reales pérdidas del grano en la cosecha actual.

Nuestra visita fue coordinada por el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) y fuimos amablemente atendidos por las organizaciones gubernamentales y cafeteras de cada uno de los países visitados.

La visita inició en México, un país de 500.000 productores  y 693.00 hectáreas en café. Se visitaron los estados de Oaxaca y Chiapas, los cuales poseen 400.000 hectáreas de café, más del 50% del área cultivada en al país azteca. El parque cafetero de México está conformado principalmente por la variedad típica, el bourbón y el caturra rojo, y sólo tienen el 3% en variedades resistentes. Su producción es 4,4 millones de sacos de 60 kilos. Su meta es renovar 90.000 ha en 4 años con 450 millones de árboles. Esa cantidad de hectáreas es la que este año, creemos, renovaremos en Colombia.

Nuestra apreciación de la caficultura mexicana se resume en una edad de sus cultivos mayores a 30 años con variedades susceptibles a la roya,  una productividad de 5 cargas de café pergamino seco por hectárea, una densidad de 1.500 plantas por hectárea,  una débil cobertura en asistencia técnica, una casi nula fertilización de cafetales, una enfermedad como la roya, que encontró su mejor caldo de cultivo en la precaria situación de sus cultivos y una falta de Institucionalidad que hoy sus productores reclaman desde muchos poblados cafeteros mexicanos.

Antonio Gómez, un cafetero grande y luchador, simboliza el cafetero mexicano: con identidad, innovación y dedicación trata de salir adelante; él  nos dio el siguiente testimonio: «Aquí desapareció el Instituto Mexicano del Café y desgraciadamente creo que los cafeteros tuvimos mucha culpa, porque no le tuvimos el aprecio necesario en su momento, y siento yo que tener otro instituto es un punto de partida para levantar otra vez nuestras parcelas. Felicito a los caficultores colombianos por esa gran Federación que tienen, pues los problemas que tienen son menores a los que tenemos aquí, pues en México estamos en pañales”.

El segundo sitio de nuestra visita fue Guatemala, un país con 276.000 ha en café y 90.000 productores. El café se cultiva en 204 de 334 municipios.

Estuvimos en dos zonas cafeteras importantes de las 7 en que Guatemala tiene dividido el país en materia cafetera. La zona IV, en municipios como Santa Rosa y Jutiapa, y la zona VII, en el municipio de Esquipulas. La productividades de estas zonas son de 8 cargas de café pergamino seco (cps) por hectárea en la zona IV y de 22 en la zona VII.

El 60% del parque cafetero guatemalteco es mayor de 15 años, y un 35% está por encima de los 25 años. Su caficultura tiene variedades susceptibles como el catuaí, el bourbón y el caturra. Solo el 12% está en variedades resistentes como algunos catimores. Este año en Guatemala se han renovado 9.000 ha y se han zoqueado 43.000.

De una producción estimada de 3.700.000 sacos, esperan para la cosecha 2012/13 un 15% menos, y para la cosecha 2013/14 un 18% menos.

Su principal institución es la Asociación Nacional del Café (Anacafé) de Guatemala, con alta presencia en investigación y extensión, y con un Centro de Investigación de Café (Cedicafé).

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) apoya técnicamente a los cafeteros guatemaltecos y ha entregado fungicidas para el control de la roya para tres aplicaciones a 60.000 productores este año. Anacafé atiende al 40% de los cafeteros.

Francisco Anzueto, director técnico de Anacafé, nos dijo: “Mi admiración para Colombia, para su gente y para sus investigadores de Cenicafé, porque son un modelo de trabajo y una guía para nosotros, pues nos inspiramos mucho en el trabajo de ustedes”. 

La última parte del viaje fue en Honduras, en los estados de Santa Rosa de Copán y Ocotepeque. Honduras posee 280.000 ha de café y hay 112.000 productores. Al igual que en otros países centroamericanos, la roya del café ha tenido consecuencias graves para su economía, pues 25% de su área está afectada por la roya, 8% fue prácticamente devastada, y la reducción de sus divisas ha sido de 300 millones de dólares.

Sin embargo, Honduras fue el país que más nos impactó para bien. A pesar de los ataques de roya y los bajos precios del café, hay un decidido compromiso de autoridades cafeteras y productores para seguir apostando al café. El Instituto del Café de Honduras (Ihcafé) se constituye en un apoyo fundamental en materia de investigación y asesoría técnica. El 60% de su caficultura está en variedades resistentes como el lempira, el ihcafé 90 y el parainema, resistente a nematodos.

Además, existen sistemas de monitoreo para la roya, que es  común en toda la región, y diferentes sistemas de intervención de cafetales. Tiene un programa diario de radio por una cadena nacional y, como dicen en Centroamérica, no dudan en seguir metiéndole ganas al café.

De 5.500.000 sacos de café verde en la cosecha 2011/12, para la 2012-2013 esperan 4.500.000 sacos. Sin embargo, con esta última cifra el promedio por hectárea es de 16 sacos de café verde o 96 arrobas de cps.

El café es un modelo de paz que requiere de organizaciones sólidas para su desarrollo y una relación estrecha con los Gobiernos respectivos para la sostenibilidad socioeconómica  de las regiones.

La caficultura colombiana, con su modelo de organización, siempre fue admirada en todos los sitios visitados en nuestra gira, y toda nuestra estructura y nuestros resultados son un fundamental referente para solucionar los problemas de la caficultura centroaméricana.

Fuimos testigos de primera fila de una necesidad apremiante, pregonada por los cafeteros centroamericanos pequeños, medianos y grandes con los que hablamos, que resumimos así: «Una institucionalidad cafetera como la colombiana es un  indiscutible ejemplo a seguir».

Por ello, con el respeto por unos dignos competidores, de los cuales resaltamos su identidad por el café, creemos que de manera puntual y para enfrentar el problema de la roya se deben emprender acciones en Centroamérica como:

Un agresivo programa intensivo de renovación de cafetales con variedades resistentes y con una ayuda integral de varios actores; unos sistemas de información sobre el desarrollo de la enfermedad que permitan tomar decisiones a tiempo, pues encontramos niveles de infección preocupantes; una formación de recursos humanos en momentos en que la roya sigue avanzando; una reglamentación de los programas de control de la enfermedad; un adecuado modelo de transferencia de tecnología que parta de una sólida investigación, y  un direccionamiento de los programas a emprender que sean compartidos por cafeteros, líderes, investigadores y asistentes técnicos.

De igual manera, un grupo de 14 centroamericanos de 6 países cafeteros estuvo hace poco en Colombia. Luego de conocer la caficultura colombiana, Carlos Urías, del Oirsa, expresó: “Después de conocer la caficultura  colombiana, mis palabras finales son: ‘Sí se puede, sí se puede'». 

Carlos Aramando Uribe, Profesor Yarumo 
1996 – 2013