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El nuevo Profesor Yarumo

Lo primero es agradecer. Al Creador, a los míos, a la vida, a la Federación y a las familias cafeteras colombianas. Agradecerles inicialmente a ellas, porque siempre encontré las puertas abiertas de las casas cafeteras. Es una forma figurada de decirlo. Las puertas se abren para ofrecer una sincera amistad, un delicioso café, para intercambiar ideas o para contar una historia.

Me acuerdo del primer programa de Las Aventuras del Profesor Yarumo, de los casi 600 que me correspondió grabar, hoy son 1050. Hace 17 años visitamos a don Gonzaga Flórez en una zona rural de Marsella, Risaralda. Yo estaba lleno de nervios y de dudas para saber por dónde empezar  y él, Don Gonzaga, con la calidez y la mirada transparente de un hombre del café me dijo: Pregunte pues “Profesor”, y yo con esa familiaridad transmitida por un ser íntegro, empecé con la voz  entrecortada pero lleno de emoción a interrogarlo sobre su vida, sus cafetales, sus hijos, sus resultados y sus sueños.

Luego aprendí que este programa de TV fundamentalmente es para darle pantalla a la gente del campo, para presentarlos como ejemplo, para aprenderles y para que a través de un medio masivo, ellos sientan que son reconocidos por todos. Los cafeteros no actúan, son sinceros, auténticos y siempre guardan en su interior una respuesta que nunca olvido. ¿“Cafeteros hasta cuándo?, les pregunté muchas veces y la respuesta no obstante las dificultades, fue invariablemente la misma: “hasta que la muerte nos separe Profesor”.  Participar en este programa ha sido ¡Una inmensa y grata experiencia!

Lo segundo, agradecer especialmente  al Servicio de Extensión. Son ellos los que proponen a los Gonzagas Flórez, son ellos  los dinamizadores en general y los que hacen que muchas veces en las historias que narran los caficultores y caficultoras, haya contenidos transferidos con pasión por las camisetas amarillas. 

El Profesor Yarumo hace extensión rural a través de medios masivos como la televisión. Pero objetivamente sostengo que en el país hay más de 1.000 profesores yarumos educando, generando cambios de adopción y acompañando a las familias Cafeteras Colombianas en procesos gremiales, tecnieconómicos y sociales. Soy testigo del compromiso de trabajo de este equipo tan reconocido por los caficultores colombianos.

Por supuesto gracias al equipo de producción del programa, gracias a todos. Y el nuevo… o mejor… el tercer Profesor Yarumo qué? Pues ya viene, como llegó Carlos Castañeda como Juan Valdez o como han llegado los James Bond.

Eso sí, hay que sentir amor por lo rural, respetar creencias, lenguajes, opiniones. Debe ser  Ingeniero Agrónomo con una edad donde la juventud no se perciba tan acumulada, ni  su rostro tan lampiño. Comunicar con pasión y ser un definitivo y declarado optimista.

Decir cualidades sobre el nuevo Yarumo quizás pueda interpretarse como una forma de “echarse flores”; no es así. Es que los errores que cometí o los defectos que tengo, el nuevo Profesor ojalá no los posea. Claro, hay que entender, la experiencia se aprende poco a poco.

Además de la humildad y de reconocer siempre lo que se aprende, debe ser enfático en aspectos no solo éticos sino tecnológicos para el manejo de la caficultura. Y hay principios agronómicos y recomendaciones especiales que no se negocian. Para ello, con la reconocida seriedad Cenicafé investiga.

Hay que ser muy estratégico cuando se comunica. Las palabras tienen sinónimos más fáciles, expresiones más sencillas y  comparaciones  que facilitan un mejor entendimiento… Y hay que tener  una pizca de humor.

A mí me ha dado dificultad entrevistar, no tanto presentar. Al fin y al cabo los extensionistas nos la pasamos haciendo presentaciones y en este campo se nos facilita el trabajo. Tal vez, para un académico comunicador sea lo contrario. Para ello creo que la práctica hace al maestro.

La radio, la escritura y el dictar charlas técnicas y motivacionales incluyendo la temática institucional, deben hacer parte de unas exigencias que hay que saberlas dimensionar. Hay apoyo de comunicadores y entender que sobre el camino se “ajustan las cargas”.

En fin, será un grupo de un primer filtro de 25 participantes en un ejercicio de transparencia y de claridad frente a un equipo seleccionador que cumpla el objetivo de escoger bien.

¡Que gane el mejor¡. Yo se que el Profesor Yarumo que se seleccione, continuamente contará con mi apoyo y mi mirada y siempre donde llegue en la zona rural colombiana encontrará las puertas abiertas como amablemente don Gonzaga Flórez con afecto a mi me las abrió.

Carlos Aramando Uribe, Profesor Yarumo 
1996 – 2013