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Herramientas para enfrentar la variabilidad climática y el cambio climático

 

Según los expertos las cuatro “mega-presiones” que están poniendo en riesgo nuestro planeta se resumen en: el crecimiento demográfico, los cambios extremos de clima, el deterioro implacable de los ecosistemas y nuestra incapacidad como seres humanos para enfrentarlas.

La Institucionalidad Cafetera, consciente de esta situación, ha generado con la investigación y aportado con la educación herramientas que nos permitan tener un cultivo de café de manera sostenible.

Ese concepto, transversal a toda la cadena productiva del café, es coherente con toda la temática de desarrollar una caficultura climáticamente inteligente, con unas propuestas que deben tener impactos positivos para que nuestros ecosistemas no se deterioren y para que tengamos las herramientas y recomendaciones apropiadas para un manejo integral de la caficultura en las diferentes regiones. Solo con diagnósticos y acciones relevantes podremos hacer sostenible una caficultura que sufre las consecuencias originadas en la variabilidad climática ya por todos conocidas.

Lo sucedido con la ola invernal hace tan solo 4 años, en donde llovió en algunas áreas cafeteras hasta un 35% más de lo normal, se redujo la temperatura casi en dos grados y los cafetales recibieron en un año 300 horas menos de brillo solar, se constituye en un importante antecedente para haber desarrollado una estrategia de reconversión de grandes dimensiones. Tener hoy cerca de 530.000 hectáreas de café y 2.800 millones de árboles renovados, la mayoría resistentes a la roya del café, es sin duda un inmenso avance.

Y la tarea por supuesto continúa. Y no solo para afrontar las consecuencias de la variabilidad climática sino también del cambio climático en el largo plazo.

La variabilidad climática suele estudiarse en cortos períodos de tiempo y se centra en los efectos de extremos climáticos generados por ejemplo por el calentamiento o enfriamiento del océano Pacífico (evento Niño o Niña respectivamente); sin embargo una gran proporción de los años de la última mitad del siglo XX tuvieron condiciones de normalidad climática. El cambio climático se estudia en largos periodos de tiempo y obedece a tendencias globales de cambio en la temperatura y otros elementos climáticos. Así por ejemplo y según los especialistas las tendencias del tiempo para el 2025 y 2050 cambiarán, con una alta responsabilidad de los seres humanos y con pocas probabilidades de que se retorne a las condiciones climáticas del pasado.

Tener herramientas desarrolladas y respaldas por la investigación son fundamentales para  planificar y tomar las decisiones apropiadas para  la caficultura de los próximos años, ya no solo a nivel nacional, sino de manera regional, a nivel de distrito y  en espacios cada vez más pequeños.

Una plataforma de información diseñada y desarrollada por CENICAFÉ será una herramienta fundamental para la toma de decisiones sobre el manejo de la caficultura. En esta plataforma se compilan datos históricos y en tiempo real sobre el clima y el suelo que nos permiten, una vez interpretados, tomar decisiones oportunas y acertadas para el manejo de la caficultura en diferentes escenarios y períodos de tiempo.

Lo anterior conduce a la construcción de mapas de manejo de la caficultura por regiones y a la construcción de  indicadores bioclimáticos necesarios para proyectar nuestro cultivo en los próximos años.

Así mismo, tener el privilegio de contar con datos históricos  desde hace 70 años sobre la oferta de los elementos del clima en diferentes estaciones y regiones de la geografía cafetera colombiana, es una buena base para tratar de avizorar los climas futuros y prepararnos frente al ataque de plagas y enfermedades, tomar decisiones sobre la fertilización, analizar las floraciones para tomar medidas en la cosecha, tener a tiempo alternativas para posibles déficit hídricos y  determinar  vulnerabilidades que, frente a la amenaza del clima, permitan gestionar el riesgo, manteniendo una caficultura climáticamente inteligente.

Son ya 104 estaciones modernas conectadas en tiempo real a una central ubicada en CENICAFÉ, las que están generando información las 24 horas del día y que, junto a las estaciones convencionales, se constituyen en apoyos fundamentales para la interpretación y la planificación de los predios cafeteros.

Toda esta investigación de CENICAFÉ nos sirve de base para la planificación y la regionalización de la caficultura, para tener herramientas que apoyen la toma de decisiones tecnológicas en relación con la producción, la extensión y la misma investigación, y ajustar las políticas sectoriales que en conjunto con la educación de los productores, garantice la competitividad de la caficultura a través de modelos productivos adaptados a las condiciones locales del clima futuro cambiante y del mismo mercado.

Como se ve, si el clima varía en pocos años o cambia en períodos mucho más largos, podemos tener alternativas para enfrentar lo que se avecina o lo que en años llegará. Los expertos sostienen que en el planeta tierra la temperatura en el 2.100 habrá subido unos 4 grados centígrados. Es decir, en un ejercicio sencillo, lo anterior significa que la caficultura que hoy se ubica a 1.500 metros sobre el nivel del mar, tendrá un comportamiento en esa fecha como si estuviera ubicada alrededor de los 1.000 m.s.n.m. La pregunta obligada entonces es: ¿Será posible la caficultura a esa altitud dentro de 77 años?. No lo sabemos.

Ese es nuestro reto. Lo que sí sabemos es que la información que generamos hoy será clave para que los cafeteros de esa época estén debidamente preparados.

Por supuesto, a la información del SICA relacionada con la variedad, la edad, la densidad, la luminosidad de los cafetales y la nutrición entre otros,  se le deben superponer datos climáticos como la temperatura, la cantidad de lluvia, la acumulación térmica, la evapotranspiración, el brillo solar, la humedad del suelo, la amplitud térmica y muchos más, para que junto a la altitud y la latitud, se realicen los análisis respectivos y se tomen las decisiones más correctas.

Carlos Aramando Uribe, Profesor Yarumo
1996 – 2013