1290 veces visto

Sí estamos cumpliendo

 

El esfuerzo de la Institucionalidad Cafetera para que el PIC, Protección al Ingreso Cafetero, le llegue a la mayoría de los cafeteros es inmenso. La delegación de la función de operar este programa se toma en unos minutos, pero el desarrollo del mismo involucra y compromete a un amplio grupo de personas por días, noches, semanas y meses, no solo con el objetivo de cumplirlo en sí, sino también de diseñar en el transcurso del programa estrategias ágiles, eficientes y transparentes.

Muchas acciones que no son reconocidas comprometen el desarrollo del programa. Hasta la semana pasada se estaban tramitando 9.000 facturas por día de cerca de 2.400.000 facturas que llevamos. Eso significa digitarlas y revisarlas para que el programa fluya, para que se hayan entregado más de 500.000 millones de pesos y para que más de 300.000 cafeteros hayan tenido acceso al PIC.

Así mismo comunicar el proceso para que la inmensa mayoría de los 563.000 cafeteros estén informados del PIC, requiere de ejercicios de comunicación de toda índole. Medios masivos, grupales e individuales se han evidenciado a lo largo y ancho del país para que a todos los interesados les llegue el mensaje.

Pero además hay una información intangible que no se puede contabilizar.  Por lo menos 400 extensionistas en el país, sin contar otro número muy importante de empleados de las cooperativas, de los comités de cafeteros y de oficina  central, están dedicados de tiempo completo a operar y comunicar el PIC.

Adicionalmente otros 700 extensionistas que promueven y ejecutan labores de créditos, de renovación de cafetales y de fertilización, están continuamente trabajando en el PIC.

La dinámica del desarrollo de la caficultura colombiana debe seguir en otras temáticas. Cualquier actividad grupal o individual alrededor de estos temas diferentes al PIC, siempre termina en él  y ello implica comunicar de manera pedagógica lo relacionado con la protección al ingreso cafetero. Las encuestas muestran que solo 1% de los productores desconocen el programa. Es decir, todos, de una u otra manera estamos en el día a día trabajando en el tema PIC.

Hasta el 11 de junio llevábamos cerca de 14.000 caficultores de todo el país, los cuales presentaron facturas excedidas con respecto a la estimación de producción del Sistema de Información Cafetera (SICA). Para ello se diseñó y aprobó realizar unas visitas representativas a finca para certificar o no el aumento de la producción. Esas visitas, realizadas por el Servicio de Extensión, requieren un análisis muy especial para determinar niveles de producción. Hoy los excedidos, son 36.000 y las visitas a finca por parte del Servicio de Extensión deben continuar.

 

 

 

En relación con los cafeteros que no han recibido directamente el PIC se han diseñado muchas estrategias. Una de ellas es que los extensionistas, lista en mano, vayan hasta los predios de los cafeteros para informar la necesidad de que presenten la factura y el PIC les pueda llegar. Hoy además del pago a través de la cédula cafetera, está el cheque, el traslado a cuentas bancarias y el Daviplata, para que a través del celular, y los cajeros de Davivienda o los corresponsables bancarios puedan reclamar el PIC.

Para detallar las horas de trabajo en el tema PIC, de las cooperativas, las otras dependencias de los comités, la Federación en Bogotá, las instancias gremiales en los comités municipales y departamentales de cafeteros y en los comités directivos, la asistencia a foros, debates y reuniones de los directivos de la Federación en compañía del Gobierno, el espacio requerido sería muy amplio.

Cuando uno hace la sumatoria de estos esfuerzos para que el PIC se pague, la conciencia queda tranquila, sobre todo porque el trabajo que se ha hecho, se está haciendo y se seguirá realizando, se ejerce con la convicción clara de la disposición del servicio para el bienestar de las familias cafeteras y no precisamente de otros intereses. Podemos decir con orgullo que en estos meses se ha implementado un programa a nivel nacional, en casi 600 municipios, y que todas y cada una de las facturas que se reciben se procesan y reciben el trámite requerido que asegura que el dinero se le entrega exclusivamente a los caficultores de acuerdo con la capacidad productiva de cada agricultor.

El trabajo frente a los acuerdos logrados no solo es en relación al PIC, también es con el apoyo crediticio al caficultor ACC, pues en un sólido equipo con el  Banco Agrario, La Federación de Cafeteros ha realizado 5.200 brigadas y 800 reuniones para informarle y tramitarle a los cafeteros nuevos créditos para el pago de las obligaciones o el tratamiento de cuotas vencidas directamente en el Banco Agrario, además de los 40.000 mensajes de texto y otras estrategias adicionales.

Semejante esfuerzo gubernamental se ha podido ejecutar precisamente por la eficiencia y recorrido de una organización cafetera, en tanto que otros sectores no lo han podido hacer. Incluso, el no poder ejecutar muchas estrategias propuestas para que el PIC le llegue a más cafeteros, no se debe a actitudes desinteresadas sino a que jurídicamente muchas propuestas son inviables.

Por eso, cuando nos dicen que no hemos cumplido, me devuelvo a recorrer lo realizado y lo que se seguirá haciendo y entonces traigo a mi memoria lo que el señor Gerente de la Federación hace unos días dijo: “Tenemos razones de fondo para defender el trabajo de la Institucionalidad Cafetera”.

Carlos Aramando Uribe, Profesor Yarumo 
1996 – 2013