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PALABRAS DE RAMÓN DOMINGO GARCÍA GRANADOS - PRIMER VICEPRESIDENTE CONGRESO CAFETERO No 92

Soy lo que soy por el grano de café que produzco, por mi finca que la conseguí con esfuerzos y ahorros en muchos años   y por la Federación Nacional de Cafeteros de la cual orgullosamente hago parte.

Mi nombre es Ramón Domingo García, con  40 años  de edad,  oriundo del corregimiento media luna  en el municipio de San Diego de las Flores en el departamento del Cesar y propietario de una finca ubicada en  La Paz Cesar llamada  la gran China, un predio que tiene cerca de 16 hectáreas en café y 80.000 árboles de variedad castillo  y Cenicafé uno, resistentes a la roya del café.

La resistencia ha sido  una palabra común en mi Vida. He desarrollado habilidades y estrategias para resistir frente a tantas dificultades en mi vida.  

He resistido desde que era niño a incontables apuros como   los intentos de una guerrilla por llevarme a sus filas.

Era feliz siendo niño, cogiendo café, sin estudios ni juegos infantiles, pero siempre con el amor de mamá y con una fuerza interior que me impulsaba a seguir adelante   y a cumplir mi sueño de ser algún día cafetero.

Y llegó el día y me llevaron y llegó el día y me les volé.

Sin duda he superado adversidades con valentía y perseverancia.

Trabajaba y trabajaba en fincas cafeteras, ahorraba y ahorraba hasta que luego de varios años cumplí  mi sueño:  tener una finca, mi propia finca, así sus árboles de café  tuvieran  60 años de edad.  Pero no importaba,  yo apenas tenía 18 años.

Y con el apoyo del  servicio de extensión  poco a poco la fui renovando.  No importaba las horas trabajadas, ni  las funciones de cosechero, jornalero, carguero o cocinero.  Sabía  que ese extensionista estaba ahí y que yo  estaba plantando semillas de esperanza y aspiraciones para mis hijos y los de mi vereda.

Hoy cuando a veces recorro en mi mente los caminos andados, vivo esos momentos y no obstante aquellas dificultades, recuerdo que sentía confianza en lo que hacía y optimismo en lo que soñaba.

Era y soy como el café, con una fragancia constante de superación que siempre me ha acompañado en mi vida.

Y esa ha sido una parte de mi existencia. Pero hay otra y es la del liderazgo cafetero.

Es ya el tercer período en el comité departamental de cafeteros de Cesar- Guajira y Bolívar. Y Siempre de principal y siempre con vocación de servicio. 

Pero debo de ser sincero porque para decirlo sin rodeos,    salí del monte derechito al comité departamental de cafeteros de Cesar Guajira… y en ese primer período se me cumplió una especie de tripleta: mi primer congreso cafetero, mi primera venida a  Bogotá y mi primera montada en avión. Que honor señores Congresistas ser líder cafetero.

Pero ahí no está tal vez  lo importante del liderazgo. Está en no echar mentiras en la campaña, en cumplir la palabra, en dar ejemplo, en trabajar en equipo, en ser sincero para decirle a mi comunidad hasta donde servir.

El verdadero liderazgo está  en la dicha de poder ayudar a los demás, en la búsqueda de soluciones a problemas que yo he vivido y en nunca perder la humildad, esa que no me hace sentir ni superior, ni arrogante con nadie.

Como yo estoy convencido de lo importante que es la Federación y el comité, soy capaz de convencer a los vecinos para que crean en lo suyo y para que defiendan lo suyo.

Nunca me había tocado un discurso como este, pensé que estaría nervioso,  pero les quiero decir que hoy tengo  serenidad,  porque hablo de lo que siento. 

Y  ahora voy con mi última parte.  Y es  mi apoyo con los del comité departamental de cafeteros de Cesar Guajira y Bolívar  por sacar adelante su caficultura.

Nosotros no somos el estado y a pesar de  la situación tan grave de las vías terciarias, nuestros pocos recursos en un 60% los hemos direccionado a proyectos productivos.

Crecer en 3.000 hectáreas en café en los últimos años en el Cesar,  nos hace sentir orgullosos.

Esa producción de  café y de calidad y ese sueño de asociarnos e  industrializar nuestro grano, como lo dice el dr Bahamón,  puede ser la gran salida.

Comercializar ese café nuestro, no tendrá problemas, el mercado está allá como la ha dicho el Gerente y como se llama mi finca:  allá en La Gran China.

También hemos logrado ejecutar un proyecto de regalías por  12.000 millones de pesos y lo hemos ejecutado con transparencia y resultados y sobre todo con la satisfacción de ver cómo nuestros productores con el apoyo de laboratorios para analizar sus muestras y con soportes en equipos de beneficio,  han superado problemas de calidad.

Y finalmente una estrategia que nos ha funcionado. Las escuelas de calidad. Una capacitación virtual de 7 módulos que nos confirma que nuestro café se puede consumir en los mercados más exigentes del mundo.

Permítame decirle Doctor Germán Bahamón, que usted cuenta con todo  nuestro apoyo por tres razones: la primera porque usted fue elegido de manera transparente y con el cumplimiento  de las normas.

La segunda porque usted  tiene calidad humana.

Y la tercera porque usted dr Bahamón tiene todo el perfil  profesional para ser el capitán de este barco.

Soy pues fiel testigo del significado de la Federación nacional de cafeteros  y el Comité en mi región.

Soy declarante  de los bienes públicos que nos prestan como el servicio de extensión que ya les conté, o como la investigación que a mí también me toca por las variedades resistentes  o por una distancia de siembra que pongo en práctica o por una dosis de fertilizantes a aplicar. 

También soy testigo de que mi café lo conocen en el mundo y ese es un beneficio que no hemos dimensionado y claro está, el poder vender siempre mi café en cualquier época del año, cerca a la finca y de contado  es un bien público incuestionable.

Lo mejor que le puede pasar a uno es tener café. He salido a vender aguacates y a veces los he tenido que botar. El café lo puedo vender en cualquier parte.

El café es lo mejor de la vida. He conocido cafeteros que cultivaban café, luego amapola y hoy los veo presos y abandonados.

Pero creo señores que el verdadero aporte de nuestra Federación a nuestras vidas,  es la importancia de una  institucionalidad de la cual hacemos parte, que fruto de su historia, democracia,  credibilidad y resultados,  nos permite tener un hoy  y una gran esperanza para el mañana. 

Defender nuestra organización, nuestra  Federación, señores Congresistas   es un acto de responsabilidad como líderes cafeteros.

Muchas gracias.