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  • Las condiciones actuales y previsibles de la industria, lo que incluye la crisis de bajos precios, hace necesario un esfuerzo conjunto de los principales actores de la industria, de forma articulada con gobiernos, para invertir en la sostenibilidad de los productores.
  • Durante su intervención el Profesor Sachs dijo que le preocupa la concentración de la producción de café en dos orígenes (Brasil y Vietnam), lo cual calificó como muy malo para toda la cadena.

Campinas, Brasil, julio 10 de 2019 (Prensa FNC) – En la inauguración del Segundo Foro Mundial de Productores de Café, al que asisten más de 1500 productores de café  de todos los continentes, el orador principal, Profesor Jeffrey D. Sachs, propuso hoy la creación de un Fondo Mundial del Café para cofinanciar la sostenibilidad de los caficultores.

Este fondo, que sería de USD 10.000 millones al año, se alimentaría inicialmente con recursos por USD 2.500 millones por parte de la industria, a los que se le sumarían aportes públicos y privados para inversiones directas en finca por otros USD 2.500 millones, desembolsos presupuestales por el mismo valor y aportes de donantes por igual monto.

De lo contrario, es difícil que muchos productores subsistan a falta de apoyos para reinvertir en tecnología y productividad, lo que llevaría al abandono de más y más fincas, como ya se ve en Centroamérica con los migrantes, y pondría en riesgo el suministro global del grano.

Al presentar los resultados del estudio “Análisis económico y de políticas para mejorar los ingresos de los pequeños productores de café”, que llevó a cabo durante 15 meses, Sachs explicó que Brasil y Vietnam, como productores de 50% del café en el mundo y que han hecho inversiones importantes en mecanización y productividad, tienen un gran peso en la determinación del precio internacional; desde 1995 representan 83% del aumento de la producción mundial.


Por lo mismo, si el real brasileño se aprecia, el precio internacional del grano sube, mientras que, si el real se devalúa, el precio del café baja, y a los niveles actuales los precios sólo son viables para los productores mecanizados, no para los tradicionales.

Además, otros países productores, como los de cafés suaves lavados de montaña, enfrentan limitaciones, lo que incluye falta de inversión en ciencia y tecnología, para aumentar su frontera agrícola cafetera o mecanizar la recolección, lo que los pone en desventaja en la industria. En este sentido, pese a las limitaciones, Colombia ha sido ejemplo, destacó Sachs.

Por otro lado, las crecientes temperaturas debidas al cambio climático hacen prever menores rendimientos en países y regiones como Colombia, India, Malasia y Centroamérica, lo que acentuaría no solo riesgos de deforestación, pobreza e inequidad, sino la codependencia del suministro mundial de Vietnam y Brasil.

Todo esto hace necesario un esfuerzo conjunto de los principales actores de la industria, de forma articulada con gobiernos, para invertir en la sostenibilidad del sector caficultor, lo que, de resultar exitoso, se convertiría en un ejemplo para el mundo.

Con gráficas elocuentes a lo largo de su presentación, Sachs mostró que Nestlé y el Grupo JAB se reparten casi 40% de las ventas de café en el mundo, seguidos de empresas como Lavazza, JM Smucker, Kraft Heinz y Tchibo.

Un total de 25 millones de familias se dedican al cultivo de café en el mundo.