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¿SÍ ESTAMOS CUIDANDO NUESTRA CASA?

Por: Carlos Armando Uribe F. – Director de Asuntos Gremiales

Quizás la celebración del Día de la Tierra la veamos distante. ¿Tiene que ver conmigo? Yo colombiano, yo cafetero, yo empleado, yo jubilado, yo joven, yo viejo… tengo que ver con esta conmemoración? Pero las preguntas no pueden dejarse ahí, porque el siguiente interrogante tiene que ver no solo con la importancia para todos de esta festividad, sino con ¿cuál es mi sensibilidad y mi convicción en un día como el de la Tierra?

Se celebra el 22 de abril de 2023 la edición 53 del Día de la Tierra, una jornada para visibilizar la importancia de nuestro planeta y la conservación de sus ecosistemas en todos los continentes y océanos. Bajo el lema “Invertir en nuestro planeta”, la red del Día Mundial de la Tierra destaca este año la importancia de dedicar nuestro tiempo, recursos y energía a resolver las consecuencias del cambio climático y pide una alianza por el planeta para “Actuar audazmente, innovar ampliamente e implementar equitativamente. Empresas, gobiernos y ciudadanos: todos representados y todos responsables”. 

Este 22 de abril, Día de la Tierra, se programan en el mundo miles de acciones con un impacto real en nuestro entorno, como por ejemplo actividades que busquen el respeto y cuidado de recursos naturales como el agua o los bosques, o la disminución de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global y el cambio climático. 

Y para que el planeta siga siendo la casa en la que podamos vivir, quiero ser muy reiterativo en esta columna, buscando generar reflexiones para que el agua, que es el líquido de la vida, nos llegue a todos en las cantidades adecuadas y con la calidad requerida. 

Hace unos días en Noticias Caracol observé una especial sección llamada “El proyecto es Colombia, al país lo movemos entre todos”. Y uno de los temas tratados fue el del agua, con algunas cifras que de allí tomé. Por ejemplo: Según el Ministerio de Vivienda, en Colombia 12 millones de personas tienen problemas con el agua potable, es decir, el servicio no es continuo ni de buena calidad. Y de ese número de seres humanos, 3.5 millones de personas no tienen acceso al servicio y 2.6 millones se encuentran en el área rural. 

Los periodistas Juan Roberto Vargas y María Alejandra Villamizar, presentadores en Caracol de esta sección, dijeron que en Colombia hay regiones con problemas de agua, pero también regiones con ejemplo de ejercicios de conservación y potabilización del agua. El cambio climático, las presiones por el uso de los recursos, la contaminación y la deforestación son factores que contribuyen a la escasez del agua en Colombia para sus habitantes. 

Son 16 los departamentos en Colombia cuyas poblaciones están seriamente afectadas por temas de agua. Y en mundo, en 2015 la ONU se comprometió con los objetivos de desarrollo sostenible a garantizar agua potable y saneamiento básico para todos en 2030, pero en Colombia estamos muy lejos de cumplir este objetivo.

Según el Departamento Nacional de Planeación, vamos en 56% de esta meta y el Ministerio de Vivienda ha dicho que en las grandes ciudades el avance ha sido importante en materia de fortalecimiento de servicios públicos; sin embargo, en las zonas rurales, según este ministerio, tenemos serios atrasos. 

Las cifras frente al tratamiento de aguas residuales son muy preocupantes, pues cerca de 1.5 millones de personas no cuentan con redes de acueducto y estas personas hacen sus necesidades fisiológicas al aire libre. ¿Tenemos empatía con estos colombianos cuando parecen animales?

En Colombia solo 52% de sus aguas son tratadas. Es decir, un poco menos de la mitad están contaminando ríos y cuerpos de agua. Los centros poblados son los que aportan las mayores cargas y es donde se concentra el 78% de la población del país.

En contraste, las zonas rurales muestran menor desarrollo de infraestructura, saneamiento básico y acueductos, y como si fuera poco la última ola invernal afectó a 864 acueductos en 375 municipios. 

Y para solucionar todos estos problemas del agua y llegar a soluciones verdaderas es necesario frenar la corrupción, concientizar a los alcaldes de que hay cosas necesarias que dan bienestar a la gente -aunque no den votos- y concientizar a la ciudadanía de que la vida y el futuro dependen de todos. 

A propósito de corrupción, el Índice de Transparencia Internacional nos dio a conocer que la mayor parte del mundo sigue sin combatir de lleno la corrupción. Que el mundo es un lugar menos pacífico y que la violencia está relacionada con la corrupción. Colombia quedó con una calificación de 39 sobre 100 por tercer año consecutivo; como quien dice, sacamos 3,9 en una nota máxima de 10. Mejor dicho, en percepción de corrupción estamos perdiendo el año, nos volvimos a rajar y aunque repetimos y repetimos no hay cómo pasar la materia. 

¿Y qué puedo hacer yo, como cafetero, como habitante de nuestra casa, por el Día de la Tierra? Hay tantas opciones como personas, entidades y contextos para colaborar con la restauración de nuestra morada: el planeta Tierra. Por ejemplo, poner en práctica la alfabetización climática, es decir, la educación ambiental, junto con una sólida educación cívica, lo cual permitirá construir un mercado de consumo sostenible, crear empleos verdes y permitir a los ciudadanos comprometerse con sus gobiernos para abordar la crisis climática. 

¿Qué puedo hacer yo por el Día de la Tierra? Está en nuestras manos cambiar las actitudes y comportamientos de nuestro entorno para poner fin a los plásticos de un solo uso o desechables y hacer divulgación sobre sus efectos nocivos en nuestro medio ambiente. 

Hagamos algo fruto de las reflexiones de esta celebración, por ejemplo, sembrar árboles. La reforestación es una alternativa muy potente frente a la desertización del planeta. Hay miles de razones para plantar árboles. 

Algunas recomendaciones finales que podemos hacer en el Día de la Tierra y después de este día: Colaborar en la limpieza global, pues hoy en día existen cientos de iniciativas de limpieza con las que nos podemos unir a otras personas, y liberar muchos espacios de basuras, plásticos y residuos humanos.

Cuidar nuestros ríos, no presionar el bosque nativo donde nacen nuestros ríos y quebradas, y como cafeteros poner en práctica todas las recomendaciones de la investigación de Cenicafé en relación con el manejo y conservación del suelo y con el beneficio ecológico del café. 

Definitivamente, el compromiso para que nuestro hogar, el planeta Tierra, siga siendo nuestra casa y la de nuestros hijos y nietos debe ser sin ninguna excepción de todos… absolutamente todos. 

Si la Tierra es nuestra casa, nuestra responsabilidad es cuidarla.